Fuego amenaza el Palacio de Tatoi y alcanza el cementerio real griego

A pesar de los grandes esfuerzos tanto de protección civil como de los bomberos, soldados del ejército y voluntarios, así como del Ministerio de Cultura, la antigua finca real Tatoi, situada en una ladera de la montaña Parnitha a media hora de Atenas se ha quemado. En concreto una zona de bosques y la pequeña colina donde se encuentra el Cementerio Real. Ahí están enterrados los miembros de la dinastía de Jorge I de Grecia, incluyendo los padres de la Reina Sofía, Pablo y Federica y se encuentra una pequeña iglesia y un mausoleo.

«Desgraciadamente el fuego ha quemado todo el espacio que rodea el cementerio real, las imágenes son trágicas», relata Vasilis Koutsavlis, el presidente de los Amigos de Tatoi.

Este segundo incendio tuvo lugar ayer tarde, mientras que uno anterior, en una zona boscosa, hace dos días. En los dos casos se había acercado la Ministra de Cultura Lina Mendoni para asegurarse que se tomaban todas las medidas para proteger la finca y lo que se describe como la «parte histórica»: el antiguo palacio que se convertirá en Museo, la granja y otros edificios todos ellos declarados patrimonio histórico. De hecho se han ido transportando a lugares seguros muchos de los más de diez mil objetos inventariados y se han protegido los contenedores donde se encuentran entre otros muchos objetos, ya restauradas las carrozas y otros vehículos utilizados por la familia real.

Las últimas noticias confirman que las llamas pudieron apagarse ayer noche a muy poca distancia de los edificios y aún no se conocen los daños a las tumbas, todas ellas de mármol, un material muy sensible a las altas temperaturas. El cementerio fue construido en 1899 y está presidido por la Iglesia Ortodoxa.