El Ejército de Corea del Sur movilizó hoy sus cazas furtivos F35-A en una maniobra aérea poco común que llega como respuesta al lanzamiento en la víspera de un nuevo misil balístico intercontinental (ICBM) por parte de Pionyang.
El ministro surcoreano de Defensa, Suh Wook, supervisó unos ejercicios militares dirigidos a mantener la «plena» preparación de combate que permitiría al país «lograr una victoria estrategia aplastante y disuadir acciones adicionales de Corea del Norte», según dijo en declaraciones recogidas por la agencia local Yonhap.
Al incluir unos de los activos aéreos surcoreanos más temidos por el Norte, el ejercicio se interpreta como una respuesta contundente del Sur al último lanzamiento norcoreano, realizado con un misil intercontinental Hwasong-17, un arma de mayor rango y cuyo test tensa aún más la situación en la península coreana.
El ejército surcoreano también respondió en la víspera al último test del Norte con unos ejercicios en los que disparó tres misiles superficie-superficie (un Hyunmoo-2 y un MGM-140 ATACMSy un Haesung-II) y lanzó bombas JDAM.
EFE