André Onana, guardameta camerunés del Inter de Milán que abandonó el Mundial por discrepancias con el seleccionador, Rigobert Song, renunció a volver a jugar con los Leones Indomables.
«Todo empezó en Ngol Nkok, un pueblo pequeño donde desde joven mi familia me transmitió los valores que identifican a los cameruneses. Entiendo que el amor por este país es eterno y que ese compromiso no es negociable», arranca el texto.
«Recuerdo ver los partidos con mi familia. Solo los cameruneses pueden entender lo que supone para nosotros ver jugar a los Leones Indomables. Ahí es donde empecé a soñar un día con vestir los colores del equipo nacional. Y ahora, después de innumerables horas de entrenamientos y de viajes así como de mucha perseverancia, puedo decir orgulloso que cumplí mi gran sueño», prosigue.
Acto seguido, André Onana detalla el por qué de su decisión: «Toda historia, por bonita que sea, tiene un final. Y la mía con la selección camerunesa llegó a su fin. Los jugadores van y vienen, los nombres son fugaces, pero Camerún está por encima de cualquier jugador y persona. Permanece eterna, al igual que mi amor por el equipo nacional y por la gente que siempre nos apoyó independientemente de lo difícil que fuese el momento».
«Mi sentimiento nunca va a cambiar. Mi corazón camerunés continuará latiendo donde quiera que vaya y siempre lucharé para llevar a la bandera del país lo más alto posible. Seguiré animando como aficionado, al igual que más de 27 millones de cameruneses lo hacen cada partido. Solo puedo mostrar mi agradecimiento a quienes confiaron en mí y creyeron que podía contribuir a este equipo. La nación primero y siempre», concluye.
EFE