La postura que adoptamos para dormir influye directamente en nuestro descanso, ya que una incorrecta puede pasar factura a tu salud.
Según un estudio publicado en la revista Work, hacerlo bien puede marcar la diferencia entre un sueño reparador o despertarte sin energía y con el cuello dolorido.
Según explica la Dra Rybel Wix, especialista en medicina del sueño “hay que dormir en una postura que sea cómoda, que favorezca la relajación y la transición hacia el sueño. La calidad del sueño podría verse afectada por la postura”.
Por su parte, Alejandro López Orts, fisioterapeuta “No todas las posturas consiguen el mismo efecto o permiten optimizar ese tiempo. Es por ello que una correcta posición a la hora de conciliar el sueño nos ayudará a dormir mejor, que nuestro sueño sea más profundo y que nos levantemos con mejor estado físico y anímico”.
Una mala postura al dormir puede generar tensiones que interrumpirán el sueño y que podrían llegar a causar insomnio, estrés y ansiedad
Dormir en mala postura no solo hace que no nos sintamos descansados al día siguiente, sino que también puede causar problemas de salud como dolor, inflamación y alteración sensitiva por la presión en articulaciones o zonas más sensibles debida a una postura forzada.
Con Información de Web Consultas