Neprosina: todo lo que debes saber del prometedor tratamiento para la celiaquía

La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda una ingesta reducida de azúcares libres a lo largo de toda la vida. Tanto en adultos como en niños, el organismo aconseja reducir la ingesta de azúcares libres a menos del 10 % de la ingesta calórica total. Y va más allá. Lo ideal es que esté por debajo del 5 %.

En nuestro empeño por reducir la ingesta de azúcar, muchas veces echamos mano de los edulcorantes, sustancias naturales o artificiales que sirven para aportar sabor dulce a un producto o alimento.

De acuerdo con la definición de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA, por sus siglas en inglés), los edulcorantes son aditivos alimentarios que se utilizan con dos objetivos: para endulzar los alimentos o como edulcorantes de mesa. De ahí, que uno de los más conocido sea la sacarina, que añadimos para darle dulzor al café.

Al igual que todos los demás aditivos alimentarios, los edulcorantes son sustancias reguladas que están sujetas a una evaluación de la seguridad antes de que se autorice su comercialización. En este caso, es la Comisión Europea, el Parlamento y el Consejo regulan el uso de aditivos alimentarios; concretamente, la Comisión y los Estados miembros deciden qué aditivos pueden utilizarse en los alimentos y en qué niveles.

El edulcorante bajo en calorías

Los edulcorantes y el azúcar tienen mala fama, porque una ingesta elevada de azúcares libres es preocupante por su asociación con la mala calidad de la dieta, la obesidad y el riesgo de contraer enfermedades no transmisibles.

Pero no todos los edulcorantes afectan negativamente a nuestra salud. Un estudio liderado por investigadores del Instituto de Investigación en Ciencias de la Alimentación (CIAL), centro mixto del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), ha desarrollado un nuevo edulcorante bajo en calorías que también podría mejorar la salud intestinal.

Para llegar a esta conclusión, los investigadores recurrieron al estudio de sustancias bajas en calorías o extremadamente dulces de origen natural como posible sustitutos.

Con información de Vidae / Noticiero Venevisión