Motivos por los que nunca deberías compartir el cepillo de dientes con tu pareja

Hay muchas personas a las que no les importa compartir su cepillo de dientes con su pareja. Entienden que es un acto inofensivo: hacen vida juntos y si se dan besos significa que ya no se van a transmitir ninguna bacteria nueva. Pero los que piensan así están muy equivocados. Cuando se trata de higiene bucal no hay amor ni cariño que valga.

No hay ningún dentista en el mundo que recomiende compartir cepillos de dientes con nadie. Es un objeto de uso personal, por lo que nadie más debe utilizarlo. Y es que no es lo mismo intercambiar saliva, que intercambiar estos enseres de higiene básica. 

Lo que ocurre en el cepillado

Durante el cepillado de dientes se elimina la placa, que es una capa suave y adherente que se deposita en la superficie de los dientes después de cada comida y a lo largo del día. En esta sustancia hay restos de todo tipo, incluidas las bacterias. Por si fuera poco, en el transcurso del cepillado también pueden sangrar las encías. 

Así que compartir el cepillo quiere decir que tu placa, restos de sangre y bacterias pasan a la boca de otra persona. Y no solamente eso, sino que todos estos residuos se los pasará efusivamente por sus propios dientes y encías, que también pueden llegar a sangrar. En cambio, cuando una pareja se da un beso o bebe de un mismo vaso, simplemente hay intercambio de saliva que no supone ningún peligro.

Hay que imaginar la boca como la puerta de entrada a nuestra salud. Así que compartir este utensilio de aseo personal es abrir las puertas de par en par a la llegada de problemas. Entre estos problemas se encuentran el sangrado de encías, la enfermedad periodontal – una de las infecciones más comunes –, las bacterias, los virus y los hongos. 

En este sentido, el mayor riesgo al que se exponen las personas que comparten cepillo de dientes es contagiarse de alguna enfermedad que se transmite por la sangre, como el VIH o la hepatitis. Esto puede ocurrir más fácilmente de lo que se puede pensar: a ambos les sangran las encías por cualquier motivo, comparten el cepillo e introducen bacterias o virus en el torrente sanguíneo. 

Un mal guardado de los cepillos puede acabar teniendo las mismas consecuencias de compartirlo. A la hora de guardar los cepillos de dientes, si hay más de uno, hay que asegurarse que las cerdas no se tocan entre sí. En el caso de que haya contacto puede producirse un intercambio de gérmenes, por lo que sería lo mismo que estar prestando el cepillo.

Si ya has compartido el cepillo de dientes con alguien recientemente – si hace tiempo de ese momento poco se puede hacer, ya – no entres en pánico. Ten en cuenta que si ha sido solamente una vez, hay un riesgo bajo de que haya consecuencias graves.  

En cualquier caso, lávate la boca con colutorio y cambia tu cepillo de dientes. En el caso de que te encuentres mal o tengas síntomas extraños después de usar el cepillo de dientes de otra persona, debes acudir a un médico rápidamente.

Noticiero Venevisión / Vidae