El Dr. Macaya, especialista consultor del Servicio de Cardiología del Hospital Clínico San Carlos de Madrid, indica que, un día de hoy, los pacientes terminaron por el virus SARS-CoV-2, aunque no sufran enfermedad cardiovascular previa, pueden desarrollar, principalmente , miocarditis y trombosis; y, en menor grado, vasculitis y arritmias malignas:
Miocarditis: La infección por coronavirus puede producir un daño directo sobre las células del miocardio. El virus podría generar una miocarditis -inflamación del músculo cardíaco- o una miocardiopatía de estrés -disfunción del ventrículo izquierdo sin lesiones coronarias reseñables-.
Trombosis: La infección coronavírica está asociada a trastornos en la coagulación, concretamente embolismos pulmonares o trombosis venosas.
Vasculitis: Este tipo de inflamación también puede alterar las capas del endotelio arterial -tejido que recupera el interior de los vasos sanguíneos-, provocando inestabilidad de las placas de ateroma -unión de partículas de colesterol malo (LDL)-, que se desprenden y pueden causar infartos al taponar la circulacion sanguinea.
Arritmias malignas: Algunos medicamentos para luchar contra el coronavirus, como la hidroxicloroquina y la azitromicina, pueden causar trastornos cardíacos, induciendo al desarrollo de arritmias malignas en algunos pacientes.