Causas y consejos para la secreción mamaria

La emisión de líquido a través del pezón, conocida como secreción mamaria, puede ser una situación incómoda, pero su origen siempre está respaldado por causas subyacentes. Desde la displasia mamaria hasta el cáncer, aunque en casos poco frecuentes, se identifican como posibles razones.

La condición médica que describe esta situación se denomina «telorrea», abarcando cualquier secreción mamaria que no esté relacionada con el embarazo o la lactancia. Por otro lado, la «galactorrea» es un término similar, referido específicamente a la producción de leche, generalmente vinculada a causas hormonales.

Por lo general, la secreción se manifiesta a través del pezón o pequeños orificios en la areola, y sus características físicas pueden variar ampliamente. Puede presentarse como una sustancia blanquecina o lechosa, serosa, pálida, ligeramente amarillenta, o incluso tener tonalidades rojizas. El dolor puede ser constante o limitarse a la producción de líquido, y podría detectarse la presencia de una masa o nódulo con características diversas, como tamaño, ubicación, movilidad y textura.

En la mayoría de los casos, la secreción afecta solo a una mama (unilateral), salvo en situaciones de desequilibrios hormonales, donde podría ser bilateral. También pueden observarse signos adicionales, como retracción del pezón o enrojecimiento de la piel, indicando una posible inflamación subyacente.

 

Causas más comunes:

1. Infecciones localizadas en la mama: Mastitis o abscesos mamarios, con secreciones purulentas y mal olor, asociados a dolor, aumento de volumen y enrojecimiento de la piel.
2. Ingesta de psicofármacos: Algunos medicamentos que afectan los niveles de dopamina y prolactina, causando la producción de leche fuera del periodo de lactancia.

1. Cáncer de mama: Aunque raro, el cáncer puede provocar secreción, usualmente acompañado de retracción del pezón y una masa dura.

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